Para este mapa pensé desde el inicio en jugar con las telas teñidas por nosotros (Ver una información general aquí)
A lo largo de estos meses, con el aglutinante de la Filosofía para Niños, hemos usado conceptos científicos, ecológicos, plásticos, etc y hemos descubierto un poco de la magia de usar los colores de las plantas en las telas.
Hapa-Zome: Es el nombre con el que India Flint (artista australiana) denominó al sistema de extraer el color de las plantas y teñir telas golpeándolas con las flores en su interior. Es una forma fácil de teñir con los niños. Hemos usado viejas sábanas de algodón blanco que aportaron las familias mordanteadas con leche de soja. Hemos golpeado las flores en estas telas, intentando reproducir sus formas o no. Y finalmente yo fijé los colores con calor, unas veces con calor de plancha y otras con calor de vapor de agua (más eficaz).
Para preparar las telas con el mordiente seguí el método que explica Rebecca Desnos en su libro Botanical Colour at Your Fingertips siguiendo su filosofía de hacer las cosas con calma. Durante el proceso sequé las telas en el sótano y, una vez secas, las guardé durante más de un mes hasta que las lavé para ser usadas. En el proceso el color se ha modificado evidentemente, pero el que queda resisitirá más tiempo sin «fugarse» Salvo la telas teñidas con lombarda que nos engaña prestándonos de un color intenso pero fugitivo. Ya sé que pasará de un malva fuerte a un azul celeste en unos meses.Con este sistema los colores se distribuyen según la presión del golpe creando formas irregulares y con diferentes tonalidades que nos sorprenden siempre. Los amarillos de la Vinagreta, Oxalis Pes Caprae, permanecerán casi con la misma intensidad.
Teñir con el sol: En septiembre para usar los últimos rayos de sol metimos telas de algodón mordenteadas con leche de soja en unos frascos grandes (1 l. aprox) y las sumergimos en cuatro líquidos diferentes que contenían: lombarda, café, piel de cebolla roja y bayas de saúco. Previamente habíamos machacado un poco cada producto y mezclado con el agua . Cerramos herméticamente los botes y los dejamos al sol sin moverlos ni abrirlos durante más de un mes. (hasta que empezamos a ver algo de moho en el interior) Finalmente dejamos secar las telas en el interior de la clase y las conservamos al abrigo de la luz directa hasta que fueron usadas.
Con ellas en clase hicieron un sencillo muestrario.
Teñir con baños de calor: Aquí seguimos el procedimiento tradicional en una intensa y olorosa mañana en la biblioteca-laboratorio del centro que está equipada, entre otras cosas, con una cocina y fregadero.
Primero hicimos el «té» (le llamo yo) dejando los productos en agua con calor mantenido pero sin hervir. En esta ocasión usamos: vinagretas (Oxalis Pes Caprae, lombarda, Jamaica seca (Hibiscus sabdariffa) y piel de cebolla roja. VIDEO: https://youtu.be/tqKpLSSVdHk.
Mientras los niños y niñas preparaban los productos que usaríamos a continuación, rompían la lombarda en cachitos, separaban las flores de las vinagretas, observaban las telas que ya se habían teñido en otras ocasiones y por supuesto hacían múltiples observaciones de todo el proceso.
Una vez hecho el «té» lo colamos e introdujimos las telas que estuvieron allí una hora manteniendo la temperatura a unos 90º evitando que hirviese. Después secar a la sombra, planchar y reservar hasta el momento de ser lavadas para usar en el mapa.
Así quedaron algunas telas: