Así le llamé a la colcha: proyecto. Incluso después de ser hecha y usada. Como puedes intuir por el I, también hay el Proyecto Báltico II: Un segundo mapa sobre el Báltico aunque en esta ocasión no es manta, sino para ser colgado
La primera vez que visité Helsinki en invierno, me impresionó el Báltico, sobre todo en el recorrido Helsinki -Tallin, el Báltico helado . Los grandísimos trozos de hielo cortados, rotos, golpeados, que se mueven cadenciosamente o están quietos, la espuma congelada, los diferentes blancos, los resplandores como si de espejos se tratara, … y el ruido al golpearse unos y otros.
Al llegar a casa busqué tejidos blancos, los junté y los fui uniendo. Me gusta usar tejidos que ya han vivio otros usos, así que aquí había telas de restos de cuadros de Noa, retales de Mercedes, camisas de amigos, etc.
El resultado es una funda de edredón, una especie de colcha o de sábana que da a mis amigos un calor especial que nada tiene que ver con el frío de donde salió.